Por: DORALICE IZQUIERDO
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Lo hemos desgranado , el gobierno lo aborda ,la academia nos involucra en su etimología , la comunidad aplaude en público ,pero su cotidianidad es poca fluida por los vaciòs que presenta. Es muy complejo , políticamente , saltar de la retòrica a la praxis. En el tema de genero la dificultad està amarrada a estereotipos y estigmatizaciones castradoras.
Transversalizar no debe estructurarse o armarse como un ejercicio mecànico sujeto a modas sin atractivo alguno para el montaje y puesta en funcionamiento del tema expuesto. La realidad de gobiernos locales muestra trabajos mecánicos o adopciones de sonoras nomenclaturas. En el camino , que termina en muchos casos , convertido en un ejercicio de buena fe , se observan flaquezas o incoherencias en la normatividad que la encierra.
Lograr que “ las mujeres y los hombres se beneficien por igual y que la desigualdad no sea perpetuada “ , es una misión de ciudad que debiera incrustarse en la cotidianidad de la población . Lastimosamente su justa intención se estrella con la realidad: Una urbe con una seguridad ciudadana sesgada en lo que concierne al tipo de beneficios de su accionar.
Sugiero la implementación del Modelo de Comunicaciòn Rotativa ,M.C.R., cuyo carácter rotativo impide el estatismo de sus actores y componentes por la permanente actitud de construcción e incluso de reconstrucción cuando un punto del proceso no logra avanzar a favor la mujer.Advierto: No es la Panacea¡ es una invitación a la proactividad!
Es importante que la propuesta posea la permanente presencia del grupo de mujeres a quienes va dirigida, finalmente, el componente que se estudia. La medición de pasos debe ser inherente al trabajo del MCR toda vez que trae conocimiento y reconocimiento.
